miércoles, 3 de diciembre de 2008

James Bond en La Paz

Si alguien ha visto la última entrega cinematográfica del agente 007, sabrá que parte de la acción transcurre en Bolivia, donde una organización que se hace pasar por benéfica, intenta apropiarse de todo el agua potable con la ayuda de un militar golpista que quiere recuperar el poder. Ver esta película en un cine boliviano (donde, por cierto, se estrenó tres semanas antes que en España) tiene sus alicientes.
De entrada hay que aclarar que no se rodó aquí sino en Perú, por lo que no hay una sola imagen que se corresponda con el guión. Puedo servir de testigo que ni Bond ni su rubio actor sufrieron las cuestas paceñas. Lo único que sí puede asemejarse son las imágenes del altiplano, que dudo que difieran mucho de un país a otro, tratándose de la Cordillera Real de los Andes.


Visto esto, sorprende que una superproducción repare en gastos a la hora de informarse sobre las costumbres de las gentes del país. El carácter paceño no es extrovertido y los taxistas no acostumbran a hablar con los clientes (doy fe). Y menos de su gobierno con extranjeros. Por esto, cuando aparece un taxista parlanchín quejándose de la situación política al que hace callar uno de los personajes, el ambiente en la sala es de perplejidad. Perplejidad que se convierte en risas cuando hacen su entrada dos policías vestidos de azul con blancos cascos de motorista y le piden los papeles al agente británico. Hasta el momento no he visto ningún policía en motocicleta y solamente en una ocasión, una patrulla en un coche. La mayoría circulan a pie y visten de verde, así que eran comprensibles las sonrisas de un público al que no se puede tildar de ingenuo, por ser protagonista.
Sin necesidad de moverse del terreno de los tópicos, desde luego había mucho donde elegir, desde los minibuses con sus voceros a las vendedoras de fruta en la calle. Pero la investigación de campo no parece ser una de las prioridades de Hollywood. Sin duda, sería todo un detalle.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Has quedat guapisima a la película del James Bond.


Encantat de veure el teu blog

Et seguiré

Josep Samaranch

Glòria Soler Giménez dijo...

Ostres! No sabia que m'havien donat un paper...

Un plaer veure't per aquí.