viernes, 15 de mayo de 2009

Pablo Groux en Madrid


El Ministro de Culturas de Bolivia, Pablo Groux, ha participado en Madrid en la presentación del Plan de Actuación de España ante los Bicentenarios Americanos. Parte de su discurso se puede leer en la revista digital Palabras Más...



http://www.palabrasmas.org/nius/index.php?page=32&idn=510

domingo, 3 de mayo de 2009

Teatro del Duende

Durante la última quincena de abril se han celebrado simultáneamente en Bolivia dos festivales de teatro. El primero en Santa Cruz de la Sierra del 16 al 26 de abril y el segundo intitulado Escénica y creado a propósito para el año del Bicentenario del 16 al 30 de abril en La Paz. Para que haya participación internacional, las organizaciones de ambos festivales piden a las embajadas una importante colaboración logística y sobretodo económica para que haya representación de compañías de sus respectivos países. Por parte de España estaba comprometida la participación de dos compañías pero, debido a la vorágine de la crisis que se presentó en forma de importante recorte presupuestario de última hora, finalmente solo vino Teatro del Duende con una obra de la dramaturga francesa Denise Chalem, Dile a mi hija que me fui de viaje dirigida por Jesús Salgado.
Esta pieza, Premio Molière en el 2005, describe la vida de dos presas de orígenes opuestos que comparten celda. En parte debido al tema y a que también la cooperación cultural quería llegar a más públicos, una de las representaciones se hizo en el Centro de Orientación Femenino de Obrajes o, lo que es lo mismo, una de las dos cárceles de mujeres que hay en La Paz. Es importante recalcar aquí que esta cárcel boliviana no tiene nada en común con las españolas y menos todavía con las que nos tiene acostumbrados la televisión y el cine norteamericano. Obrajes es una pequeña comuna de mujeres. Sin rejas, sin apenas guardias, con sus puestos de refrescos, golosinas y fruta, con sus transacciones comerciales, con alquiler y venta de tiendecitas. En apariencia y si no se escuchan las historias de las presas, aquello puede ser cualquier cosa, menos una cárcel. La obra se representó en la cancha, donde la situación y el entorno de las presas reales chocaba con la de las ficticias. Sin embargo, sus historias eran las mismas. Fue especialmente emotivo para las actrices –Marta Belaustegui, Marina Martínez Andina y Cristina González Goyanes- interpretar su papel en este recinto, pues, aunque se habían documentado y habían visitado una cárcel española para trabajar sus personajes, era la primera vez que actuaban físicamente dentro del marco de la obra.
Un día antes se había presentado en el Teatro Municipal, de donde recogieron críticas dispares. Por un lado se alabó la interpretación de Marina Andina, aunque bajo el nombre de María José Goyanes, quien estaba prevista en un principio pero que finalmente no viajó a Bolivia por problemas de agenda. Y por otro lado se tildó el texto de superficial debido, seguramente, a que no se trata de una obra de denuncia social (algo que hubiera, quizá, gustado más a la crítica y al mundo teatral andino) sino de una visión postmoderna más propensa a mostrar que a denunciar.

sábado, 2 de mayo de 2009

Raquel Schwartz

Durante el pasado mes de marzo se exhibió en La Paz la obra de Raquel Schwartz dentro de la programación que la Oficialía Mayor de Culturas del Gobierno Municipal está llevando a cabo este año con motivo de la Capitalidad Iberoamericana de las Culturas.
Dejando a un lado que todavía se estaba montando la obra cuando pasaba una hora de la inauguración, fue gratificante encontrarse con una instalación visual contemporánea de una artista boliviana (aunque formada en California y Haifa) donde no asomaba el indigenismo, tan en boga actualmente entre las tendencias artísticas del país.

'Sin Título' está formada por varias telas oscuras tejidas a mano con cintas de cassettes usadas que de lejos asemejan a enormes viejos mantones, algo que adquiere significado a medida que uno se va acercando y descubre la naturaleza del material.


No es por azar que las cintas que se han utilizado para tejer estas enormes bufandas sean usadas. Por un lado, al tratarse de cassette, -algo anterior al cd, al dvd, al mp3 y a todas las nuevas formas de almacenar sonidos que han ido apareciendo-, nos remite al pasado. Las conversaciones grabadas que no podemos escuchar implican el peso de las muchas palabras que pronunciamos a lo largo de la vida. Palabras convertidas en mantones que pesan encima de los hombros.

La obra de Raquel Schwartz es un tributo a la vejez, a las vidas ancianas con largos pasados, con largas conversaciones entretejidas, mezcladas y finalmente olvidadas que conforman la memoria de las menudencias. Memoria a veces pisada, como hacían los camareros que servían el cóctel de la inauguración.

El espacio expositivo merece capítulo aparte pues se trataba del antiguo concesionario de vehículos Chevrolet, al lado de la estación de servicio Kantutani en Sopocachi. Espacio que, más allá de vaciarlo de coches, no ha sufrido ninguna otra transformación, pues incluso las letras de la marca siguen colgadas en la entrada. La iniciativa tuvo buena acogida pero no ha tenido continuidad y el hecho que un mes después de finalizar esta instalación la concesionaria siga pareciendo un negocio abandonado lo convierte un experimento con éxito pero sin vistas de futuro.

domingo, 22 de marzo de 2009

Nueva web de la Oficina Cultural

La Oficina Cultural de la Embajada de España en Bolivia ya tiene página web http://www.espanacultura.bo/ para dar visibilidad a las acciones culturales que se realizan desde o con el apoyo de la cooperación española para todo el país, así como enlaces a becas en España e Iberoamérica que pueden resultar interesantes a los estudiantes, artistas y gestores culturales bolivianos.

lunes, 16 de marzo de 2009

a.i.r. -artists in residence, por Clara Gassiot

Las residencias para artistas son un fenomeno desconocido por aquellas personas no involucradas en el mundo del arte de forma más directa. Sin embargo, constituyen un universo lleno de vida y movimiento, permitiendo a los artistas vivir y trabajar en un lugar distinto donde su inspiración fluya para dar rienda suelta a la creatividad.
Una de las webs mas completas que aglutina oportunidades, reflexiones y otras informaciones de interés es
www.transartists.nl

Durante tres meses y medio, el pasado verano, tuve la oportunidad de vivir en primera persona una experiencia del género en Holanda. Tres casas deshabitadas que iban a ser derruídas en septiembre fueron cedidas para el proyecto. En ellas, artistas de Holanda, Bélgica, Italia y Australia permanecieron y/o trabajaron de uno a tres meses. Sin embargo, mi participación fue distinta al resto de los inquilinos. Mientras ellos eran - o se proclamaban - artistas, para mí fue una oportunidad repentina de adquirir experiencia en el campo de la gestión cultural. Así pues, pude observar desde dentro, y a la vez desde fuera, como la vida se desarrollaba en aquel ambiente de temporalidad creativa.

Dos de las viviendas eran residencia y taller, mientras que la tercera se reservaba para proyectos que guardasen cierta relacion con el entorno, entendido como el espacio ofrecido directamente por la casa o bien el barrio en proceso de transformación que nos rodeaba. Al final de cada mes se hacia un paréntesis en el proceso para presentar los trabajos a un público que desde un principio demostró ser ciertamente minoritario.

Pero, aun habiendo delimitado claramente los espacios de residencia y trabajo, pronto la totalidad de las casas acabó sucumbiendo - o, más bien, siendo absorbida - por aquel torbellino de arte pasajero que no hizo más que aumentar a medida que pasaban los días. Las manifestaciones creativas empezaron por surgir con cautela en rincones escondidos de la cocina, y fueron desarrollandose - a menudo bajo la protección de la noche - hasta cubrir la mayoría de puertas y paredes de la vivienda. Incluso la casita del perro que no teníamos desapareció una tarde ante la aturdida incomprensión de todos, para dejarse ver días más tarde integrada en una de las obras de cierta artista a la que – debido a sus inusitados horarios - no habíamos tenido oportunidad de conocer.

No obstante, aquella sensación de incertidumbre fue la nota constante en aquel universo de impermanencia. Las creaciones que florecieron entre aquellas paredes fueron descubiertas con asombro por artistas, visitantes, antiguos inquilinos de la casa, e incluso los que allí habíamos habitado durante todas aquellas semanas, ajenos a las extravagantes formas que adquiría la inspiración en la habitación de al lado.
Clara Gassiot Riu es licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universitat Autònoma de Barcelona y postgraduada en Producción y Comunicación Cultural por la Universitat Ramon Llull. Actualmente trabaja en Holanda colaborando con varias instituciones culturales.
Con esta entrada, Lo que esconde el aguayo se abre a experiencias de otros gestores culturales con el objetivo de convertirse en un espacio de divulgación y debate entorno a la gestión cultural y a la cooperación. Los artículos pueden enviarse al correo del blog. Serán bienvenidas todas las aportaciones que quieran mostrar o reflexionar acerca de la profesión.

jueves, 12 de febrero de 2009

Nuevo Ministerio

Como consecuencia de la aprobación de la nueva Constitución y de las largas reivindicaciones del sector cultural, el hasta ahora Viceministerio de Desarrollo de Culturas que dependía del Ministerio de Educación, se ha convertido en Ministerio. Ostenta el nuevo cargo quien se ocupara del precedente y ahora se barajan los nombres para los viceministerios de la recién creada cartera: "de la Revolución Cultural" y "de la Descolonización Cultural".
¿Cuál os gusta más?

miércoles, 11 de febrero de 2009

La primera riada

Según la sabiduría popular paceña, febrero es el mes más lluvioso del año. Hasta ahora, la época de lluvias había sido condescendiente con la ciudad y no había perturbado su ritmo, solo interrumpido por chubascos imprevistos, ruidosos pero efímeros y siempre acompañados por granizo… hasta la noche del domingo.
La primera alerta fue un ruido ensordecedor que impedía la escucha de cualquier otra cosa. Gotas de agua gruesas como la semilla de un durazno caían si tregua. En cuestión de minutos desapareció el asfalto bajo una capa líquida que se precipitaba, cual río abajo, hacia la confluencia entre la avenida 20 de octubre y la calle Campos. No pasaban coches, algo extraño. Algún peatón osaba cruzar a pesar que el agua rompía con fuerza contra sus tobillos. Pronto desaparecieron las aceras y se desdibujaron las calles. De repente, la subida de la costanera se llenó de autos con sus pitidos inherentes, lo que me hizo pensar que la tromba los había retenido más abajo. Algunos intentaron girar por la avenida pero se vieron obligados a retroceder. El agua llegaba hasta las puertas y dudo que algún taxi no se inundara. El caos circulatorio duró más de lo habitual.
Me sentía segura en uno de los que dicen “edificios mejor construidos de La Paz” hasta que llovió sobre mi nuca. Tuve la suerte que el viento virara y salvaguardara una ventana que amenazaba estallar bajo el diluvio.
La mañana siguiente nos recibió con grandes bloques de granizo helado que no se deshicieron hasta la tarde y algunos amigos con pedazos de techo en la cama y las zapatillas convertidas en veleros.