Hace cinco meses llegué a La Paz con una beca de gestión cultural bajo el brazo, la mente en blanco y los ojos muy abiertos. En este tiempo y desde esa terrible distancia que son diez mil kilómetros de la tierra que se pisó por primera vez, he sentido esta necesidad de todo aquel que ha escrito en algún momento, para otros o para sí mismo.
Así, con ánimo de relatar las experiencias cotidianas y profesionales que rodean mi estancia y de mostrar una Bolivia con una cultura que se esconde a sí misma, como las mujeres aimaras envuelven a sus hijos en el aguayo; con un pie en La Paz y otro en Barcelona, ciudad que me ha robado parte del alma, esa que tiene tendencia al cosmopolitismo, al buen gusto y al desborde de iniciativas creativas, me aventuro a iniciar estas reflexiones, que me gustará compartir con todos aquellos que tengan algo que aportar y quieran conocer otra realidad, que no es la que emborrona los periódicos.
Ya, pues.
Así, con ánimo de relatar las experiencias cotidianas y profesionales que rodean mi estancia y de mostrar una Bolivia con una cultura que se esconde a sí misma, como las mujeres aimaras envuelven a sus hijos en el aguayo; con un pie en La Paz y otro en Barcelona, ciudad que me ha robado parte del alma, esa que tiene tendencia al cosmopolitismo, al buen gusto y al desborde de iniciativas creativas, me aventuro a iniciar estas reflexiones, que me gustará compartir con todos aquellos que tengan algo que aportar y quieran conocer otra realidad, que no es la que emborrona los periódicos.
Ya, pues.
La fotografía es de Gabriel Barceló
3 comentarios:
Hola Gloria, encantada de seguir tú historia, ahí vamos
Yoli
Yo tambien seguiré tu historia. Per cert, por cierto, escrius molt bé, escribes muy bien. Un abrazo
Enric
Hola Glòria ,
estic encantada de poder llegir el teu bloc... m'encanta com escrius! Gràcies per fer-me'n particep!
una abraçada a la rapitenca
Jess
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